No sé por qué, hoy me acuerdo de tí,
Diviso la cadencia, alegre de tu andar.
Las luces de tus ojos, listos para amar.
Y el susurro de tu voz, llenos de frenesí.
Eslabones de ilusiones, yo, lucía,
Símbolo de dos almas entrelazadas.
Cuan lecho de caricias y alboradas,
Era la magia en tus brazos, cada día.
Ha vuelto, el recuerdo y la añoranza,
De un nuevo despertar con la ilusión.
Sentir la menta, en el bosque de pasión,
Con tu calor, devolviendo mi esperanza.