Fiel y balanza
Casi al final del camino,
para el viejo caminante
balanceando en un instante
la suerte de su destino.
Trabajo tan duro y fino
para lograr lo que tuvo
en la cumbre lo mantuvo
mejorando así su sino.
La suerte le ha sonreído
hoy nada sobre riquezas
esas raras fortalezas
de todo aquel que ha subido.
¿A qué cumbre habré llegado?,
entrado en mi senectud
sin fuerzas ni juventud
para disfrutar lo hallado.
Ya al final de la jornada
no resarce lo obtenido
todo el esfuerzo perdido
que se deshizo en la nada.
Llegó al mismo resultado
de aquel que no tuvo suerte
y al acercarse a la muerte
las riquezas le han faltado.
Pues nunca se percataba
de la fortuna constante,
cambiaba por contante
mientras la vejez llegaba.
Con tan variadas variantes,
con que se pasa la vida
en la tremenda partida,
se traza su resultante.
Queda solo la experiencia
como todo remanente
en la actividad creciente
reflejada en la conciencia.
En la vida todo vale,
mientras te encuentres presente
dentro del humano ambiente,
pero no cuando se sale.
Al salir no se retiene
solo se deja en herencia
el trabajo y su solvencia,
que queda donde convive.
El fiel la medida alcanza
midiendo lo que se obtiene,
del espíritu que retiene
en favor de la balanza.
© Jesús Reinaldo Martell Varon