Cuba mía
Yo quiero a la Cuba mía
arrollada por las palmas
envuelta en la clara calma,
que trasciende la poesía.
El odio en la lejanía
limpia y sonriente el alma
en la claridad ensalma
la justeza y la alegría.
Después de la noche oscura
la claridad es más bella
si se guarda compostura.
Patria de la insigne estrella,
que se funde en su figura
abrazada a la epopeya.
© Jesús Reinaldo Martell Varona