En los tiempos antiguos, la gente rica era gorda. La gordura era sinónimo de abundancia, pues si estaban gordos era porque tenían dinero para comprar comida. Los pobres eran flacos y musculosos, ya que tenían que hacer trabajos físicos, ya fuera en los jardines de los ricos, o dentro de la casa con el aseo y demás.
Ahora es al revés. Mientras más rico y más caché tengas, has de estar más flaco. Los gordos son los pobres. Los ricos se operan, se congelan la grasa, se inyectan la cara, se trasplantan pelo y se depilan con láser.
Los pobres no tienen ni tiempo ni dinero para ir a un gimnasio, así que para consolarse, comen más, andan calvos con la cara y las orejas peludas.
Los ricos tienen pelo solo en la cabeza. El resto de sus cuerpos es liso como una bola de billar. A veces, para distraerse, se inyectan más pelo en la cabeza, pues mientras más flacos y más pelo tengan, su categoría se eleva. Algunos se les han inflado tanto la cabeza de pelos, que no se pueden poner sombrero.
Los pobres andan vestidos puliditos y con lo mejor que pueden. Los ricos pagan más por unos pantalones rotos. Mientras más huecos tengan, es una señal elevada de status, lo cual es muy importante en los círculos que se desenvuelven.
Los pobres comen comida chatarra o cocinan. Los ricos no comen, sólo mordisquean una hoja de lechuga mientras sorben un Martini.
Los ricos andan todos musculosos y bronceados. Algunos se ejercitan, otros se operan y se injertan músculo en todas partes, se cambian la grasa de un lugar a otro, se la rifan entre ellos o la regalan a una caridad.
Los pobres andan pálidos y llenos de pelo en todas partes menos en la cabeza. Para saber si alguien es rico o pobre, sólo basta mirarle el pelo.
Si le surge como una fuente en erupción, con ráfagas de trueno, desafiando las leyes básicas de la humanidad, es rico.
Si el pelo le brota con fiereza arrulladora…en los oídos y la nariz…es pobre.
Si tiene la ropa rota: rico
Bien vestido: pobre.
¿Vieron qué fácil es?
Pensamientos profundos de Rosario Solares.